lunes, 22 de febrero de 2010

SOBREVIVIR CON UN FONDO DE MANIOBRA NEGATIVO ¿CUAL ES MI CAPITAL CIRCULANTE NECESARIO?


Muchos responsables de compañías se preguntan hoy como han podido llegar a dejar deteriorar tanto su fondo de maniobra hasta llegar a ser negativo, no habiendo sabido gestionar adecuadamente el capital circulante necesario para el buen funcionamiento de su empresa. Mi respuesta es la de siempre: LA TESORERÍA durante estos últimos años ha sido el "patito feo" de las compañías. Se la ha ninguneado y hasta despreciado por no haber aportado beneficios a la cuenta de resultados al ser meramente una parte administrativa de la empresa (la ignorancia siempre ha sido muy atrevida). Pero ahora afortunadamente se ha reinventado y es en muchos casos, la tabla de salvación para poder superar una situación grave por descenso de ventas, exceso de costes fijos y variables, ralentización en la gestión de cobros, cierre del grifo de la financiación bancaria y por tanto de la liquidez o cash flow necesario para seguir produciendo y vendiendo.

El cash flow. Ese término que tan de moda se encuentra actualmente y que todo el mundo desea a toda costa: "tenemos que generar cash flow como sea, si queremos que esto aguante". Efectivamente, no existe otra solución para vencer a la crisis que aumentarlo porque la paradoja es que hemos entrado en un círculo vicioso donde las entidades deniegan el crédito por falta de cash flow en las empresas pero éstas si no obtienen la financiación necesaria, no van a poder generarlo puesto que todo su proceso productivo se les viene abajo si no aportan garantías suficientes para pagar a sus proveedores. Y no olvidemos los impuestos, que en esta situación tan difícil echan de todo menos una mano.


Pero aún siendo negativa esta situación, peor es no tener un diagnóstico certero de lo que está ocurriendo con nuestro capital circulante. Muchos ven la foto fija del balance de situación y efectúan una simple resta entre su activo y su pasivo circulante, llegando a la conclusión que si esa diferencia sigue siendo positiva, la cosa no van tan mal cuando no se dan cuenta que si se vende menos, puede implicar un deterioro de las existencias, por ejemplo, si se cobra peor, puede traducirse en un aumento de los distintos periodos medios e impagados y si se sigue pagando como siempre a sus proveedores manteniendo los mismos costes fijos y variables, podrían estar dentro de unos meses sin margen de maniobra para enderezar el rumbo solicitando el irremediable concurso de acreeedores (es inevitable la comparación con el Titanic cuando no pudo evitar el iceberg). La razón es que dejarán de generar caja suficiente para poder afrontar sus compromisos con la deuda neta.

Créanme cuando les digo que si no se efectúa a tiempo un análisis estático y dinámico de todas las partidas involucradas en el capital circulante así como la elaboración de un PLAN DE TESORERÍA y DE EMPRESA resaltando y potenciando las mayores virtudes de la misma, será muy difícil conseguir la renovación de pólizas de crédito en los mismos términos puesto que ahora la prima de riesgo ha aumentado con carácter general y como poco, puede provocar un encarecimiento muy significativo de nuestra financiación. Por no hablar de la posibilidad real hoy día de que se reduzcan los límites y hasta se denieguen las peticiones por falta de información relevante. En este coyuntura, muchos se verán abocados a soportar fuertes tensiones de tesorería en el mejor de los contextos o el cierre definitivo como peor escenario. Entonces pensarán en esa frase que antes no se oía apenas, pero que cada vez más, se está extendiendo por el mundo de los negocios: "mi empresa "murió" por el circulante". Ténganlo en cuenta.


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