Analizando el Plan E de Zapatero, voy a detenerme en algo que considero bastante tangible e interesante para la economía española y en especial al sector al que va dirigido: las pymes y grandes empresas. El 80% del empleo que se genera viene de este sector (sobretodo pymes) y creo honestamente que debería ser ahora, el mejor tratado por el gobierno de la nación. Sin duda, analizando las citadas LINEAS ICO llego a la conclusión de que el fin y la idea son buenos pero llega a ser algo insuficiente.
El principal problema de las empresas españolas en la actualidad, es la financiación de su circulante. A pesar de que ahora las entidades hayan abierto el grifo de nuevo, algunas lo han hecho a unos precios y con unas garantías adicionales que condicionan la viabilidad de muchas empresas. Como contrapartida, el gobierno utiliza en la actualidad 10.000 millones de euros a través del ICO, para ayudar a las empresas de distintas formas pero siempre con el filtro de los bancos o cajas, es decir, que dependiendo de cada uno y su criterio de evaluación, podrán seguir pidiendo más o menos garantías (hipotecarias, avales, SGR, etc.). ¿Cual es el verdadero problema? Pues que estamos en una situación en que ciertas entidades son más flexibles a la hora de conceder créditos que otras, lo que sigue generando más despidos y suspensiones de pagos que afectan a las empresas que no están recibiendo esa financiación.
En otros casos, estoy seguro que esta nueva línea de financiación (ICO PYME, ICO CRECIMIENTO EMPRESARIAL o INTERNACIONALIZACIÓN 2009 para GRANDES EMPRESAS) beneficiará a aquellas que hayan sabido ser previsoras y se encuentren con la posibilidad ahora de invertir en activos fijos, tecnología, etc. con estos recursos ajenos a plazos de devolución razonables (aunque los diferenciales aplicados en mi opinión, sean algo caros comparados con los diferenciales de algunas entidades). El retorno obtenido, sin duda, se verá reflejado en sus cuentas de resultados durante los próximos años, una vez que salgamos de la recesión.
Esta medida debería haberse combinado con el pago de la deuda de todas las administraciones a las empresas (ya sea pyme, gran empresa o multinacional), rebajarles el impuesto de sociedades al 12,5% (hasta un determinado nivel de beneficios) como se ha hecho en Portugal y rebajas adicionales en las cotizaciones sociales, dejando que funcionen sin ningún tipo de condicionante. Aunque la realidad es la que es y ahora una de las cosas más recomendables es tener un diagnóstico detallado de la tesorería, tomar las medidas más acertadas , y así sortear la crisis para salir de ella reforzados.
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